domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 3

Consigo sacar un brazo del conducto y voy cerrando poco a poco la puerta de la cabina.
Creo que no se ha dado cuenta. Al menos eso espero.
Sigo intentando escapar. Iris abre uno de los grifos. Perfecto, así no me oirá. Sigo retorciéndome y consigo sacar el otro brazo.
Poco a poco, mi cuerpo se desliza hacia arriba, saliendo del estrecho conducto.
Nada más salir, mi dolor de cabeza se hace más intenso. Soy a penas consciente de que grito y caigo al suelo.
Estoy en mitad de un campo. No sé cómo he llegado hasta aquí ni qué estoy haciendo.
Doy vueltas sobre mí mismo a ver si identifico el lugar.
No hay suerte.
Ahora que me fijo mejor, me doy cuenta de que hay gente y coches un poco más lejos. Me dirijo hacia allí y me doy cuenta de que es una fiesta, de hecho es la última fiesta a la que fui. Allí están todos mis amigos, y cómo no, Iris. No sé por qué pero algo me advierte que no me acerque a ella, aunque no me hace falta acercarme. Ella está viniendo hacia mí. 
Se disparan todos mis instintos, que me instan a alejarme de ella. A pesar de todo, me quedo allí y la recibo con un largo beso.
Solo hace unos minutos que no la veía, pero ya la echaba de menos.
La miro de arriba a abajo.
Está preciosa.
Lleva el vestido rojo que la regalé por su último cumpleaños y unos tacones de al menos 15 centímetros. No sé cómo puede andar con eso puesto.
Lleva el pelo castaño suelto y la ligera brisa hace que se mueva tras de ella como una cortina.
Con esos tacones que lleva me mira a los ojos, sus preciosos ojos verdes, aunque realmente soy más alto que ella.
De verdad que está preciosa.
-¿Dónde estabas? Te he estado buscando -dice, con su dulce voz, la que reserva solo para hablar conmigo.
-He estado en aquel bosque de allí.
-Ah bueno, pensé que te habías ido... -dice con cara de "hazlo y te enteras".
Me empiezo a reír por lo cómico de la situación, ¿mi dulce Iris? ¿amenazándome? Qué ideas se me ocurren...
Me inclino lentamente y cuando a penas he sentido la dulce caricia de sus labios en los míos...
Mierda. Vuelvo a estar en los baños. ¿Qué hago otra vez en el suelo? Lo último que recuerdo es que me caí... pero han debido de pasar varios minutos porque Iris ya no está. ¿Por qué se ha ido? Si tiene que haber oído mi grito, seguro.
Me levanto y me mareo, así que me quedo un momento quieto y aprovecho para escuchar. No se oye nada.
Al irme, piso un papel. Está escrito, con la letra de Iris. Pone: "Dániel, sigue otra vez el camino verde. Al final estaré esperándote sola. Tenemos que hablar."
Antes si quiera de que me de cuenta, ya estoy siguiendo el camino verde, mientras pienso que si me hubiera querido entregar lo habría hecho cuando me caí en el baño, porque es obvio que se dio cuenta de que estaba allí.
Inconscientemente acelero. Quiero ver a Iris cuanto antes. Me tiene que aclarar unas cuantas cosas.
Tardo aún varias horas en terminar el camino verde, pero cuando llego al final hay una persona esperando. Es Iris, pero no está sola.

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